jueves, 28 de enero de 2016

Algo más de mi...

Me gusta el arte, no lo voy a negar. Es una de mis pasiones más íntimas, de las que me producen placer.

Dentro de mis maestros preferidos está Amadeo Modigliani. Modigliani, de cuna italiana pero de vida en los suburbios alrededor de Montmatre (Paris). Era un borracho empedernido.

Si conoces su obra, verás al principio nunca pintaba los ojos de su modelo y decía frases tan geniales (la mayoría desconocidas por el gran público):

“Soy rico, estoy lleno de ideas y sólo necesito trabajar”.

“Lo que busco no es la realidad ni la irrealidad, sino lo inconsciente, el misterio de lo instintivo en la raza humana”.

“La función del arte es luchar contra la obligación”.

“No me pregunten quién soy, ni me pidan que permanezca invariable”. 

 “Estoy tremendamente excitado, pero se trata del tipo de excitación que precede a la felicidad y que es seguido por una actividad vertiginosa no interrumpida por el pensamiento”.

 “Un burgués me dijo hoy —con la intención de insultarme— que mi cerebro estaba siendo desperdiciado. Me hizo mucho bien. Todos deberíamos realizar un recordatorio como ese cada día”.

“Trato de simplificar y reducir al mínimo irreductible la esencia de la personalidad sin llegar a perderla por completo”.

“Su único deber es salvar a sus sueños”.

“Yo necesito un ser vivo delante de mí”.

“Sígueme en la muerte y en el cielo seré tu modelo favorito”.

Y mi preferida:

“cuando conozca tu Alma, pintaré tus ojos”.

Modigliani, es el gran desconocido, sobretodo “su pensamiento”. Murió a los 36 años debido a la mala vida que llevaba.

Para mí, un filósofo de cabecera (sin serlo), un espejo de mis pensamientos más íntimos.

Ahora, ya sabes más de mí….y si prestas atención, sabes mucho.





Hadamus, me reitero, posiblemente no estoy muy cuerdo, pero recuerda, solo posiblemente.

Qué es el deseo...?


El deseo, es un concepto muy amplio y que abraza muchos matices.
Pero, ¿Qué es el deseo por ti….?

Es no parar de actualizar mi navegador de internet para ver si me escribes….
Es soltar una sonrisa en solitario cuando te veo conectada….
Es sentir cosquillas cuando te veo pasear por el pueblo…
Es sentir excitación cuando te tengo cerca…
Es habitar mi mente en mis momentos más íntimos, cuando no estas…
Es fantasear contigo…
Es ganas de tenerte cerca…
Es curiosidad de saber más…
Es necesidad de hablar contigo…
Es placer por saber que te gusto…

El deseo, mi deseo, eres TÚ.



Hadamus, buscador de deseos….

martes, 26 de enero de 2016

La música..

Hoy he dedicado unos interesantes minutos a sentir (digo sentir, porque he sentido más que escuchado), una Obra Maestra de la música.

Dicha música, penetraba por mis oídos, me hacía sentir escalofríos, he volado.

Durante unos minutos, el espacio/tiempo se ha parado. El mundo ha dejado de rotar alrededor de sol. Las notas, el tempo, la melodía, la pasión del autor, me ha hecho perder toda noción.

Sin querer, mientras cerraba los ojos, he notado algo húmedo en mis parpados. Al abrirlos, algo se empezaba a deslizar por mi mejilla. Era húmedo, me hacía cosquillas al desplazarse.

En unos segundos, culminaba su fugaz recorrido en la comisura de mis labios. Lo he saboreado, era algo con matices salados. Era una lagrima, si, si, una lagrima.

He llorado, lo reconozco, pero aunque posiblemente era una lagrima de pena, he sentido placer, me he sentido bien.

Por cierto, sé que tú también lloras….



Hadamus, algunas veces, al parecer, sudo por los ojos…..

lunes, 25 de enero de 2016

Me confieso...

Vale, confieso nuevamente!!!

Sí, es verdad, es cierto, es real, es verídico, es innegable, es….es, detrás de cada post mío hay un mensaje para un keko (aunque posiblemente solo los entienda yo…).

Unos amistades efímeras…
Otros, licua mármoles…
Otros….otros
Quien serás tú? Eso depende básicamente de ti. Sírvete a tu gusto...

En el fondo (y sin fondo), sois mi “inspiración” y me "desfogo" escribiéndolo.


Hadamus, contemplador de PS y sus habitantes.

Gracias!

Hoy he recibido varios inbox, de gente que conozco y de gente que no.
La pregunta era algo así como (con diferentes formas de hacerlo): No escribes?
Antes de responder, me gustaría puntualizar una cosa: QUE MAL GUSTO TENEIS AL LEER MIS POST!!!!. Al final, me voy a tener que obligar a “escribir bien”…

Hoy, sí, sí, hoy (ya sabéis como me gusta repetir….), voy a hablar de la palabra “gracias” y del concepto “gratitud”.
En este mundo actual, el cual, la verdad, no sé ni cómo calificarlo, se nos ha olvidado a decir gracias.
Sois conscientes de cuantas gracias deberíamos dar?

Dejarme que os ponga una carta (ficticia o real, en vuestras manos queda, es lo de menos) de un enfermo de Alzheimer:

Querida Julia: 

Te escribo ahora, mientras duermes, por si mañana ya no fuera yo el que amanece a tu lado.
En estos viajes de ida y vuelta cada vez paso más tiempo al otro lado y en uno de ellos, ¿quién sabe?, temo que ya no habrá regreso.
Por si mañana ya no soy capaz de entender esto que me ocurre. Por si mañana ya no puedo decirte cómo admiro y valoro tu entereza, este empeño tuyo por estar a mi lado, tratando de hacerme feliz a pesar de todo, como siempre.
Por si mañana ya no fuera consciente de lo que haces. Cuando colocas papelitos en cada puerta para que no confunda la cocina con el baño; cuando consigues que acabemos riéndonos después de ponerme los zapatos sin calcetines; cuando te empeñas en mantener viva la conversación aunque yo me pierda en cada frase; cuando te acercas disimuladamente y me susurras al oído el nombre de uno de nuestros nietos; cuando respondes con ternura a estos arranques míos de ira que me asaltan, como si algo en mi interior se rebelase contra este destino que me atrapa.
Por esas y por tantas cosas. Por si mañana no recuerdo tu nombre, o el mío.
Por si mañana ya no pudiera darte las GRACIAS. Por si mañana, Julia, no fuera capaz de decirte, aunque sea una última vez, que te quiero.
Tuyo siempre
T.A.M.R.

Creo, que sería muy saludable dar las gracias por respirar, dar las gracias por ser mi amig@, decir te quiero a los que nos importan, etc…por si mañana no lo recuerdo: GRACIAS.

Hadamus, gracias a tod@s los que tenéis la mala costumbre de leerme…

jueves, 21 de enero de 2016

El que no se conforma es porque no quiere...

Soy consciente que las "amistades" muchas veces son efímeras, pero:

Si me das 1 día, disfrutaré de ese día.
Si me das 1 hora, haré que pase lentamente.
Si me das 1 minuto, exprimiré hasta las últimas décimas de segundo.

Si me dejas de dar, aiiii si me dejas de dar......eso no podrás!.
Te recordaré, y los recuerdos, son míos y allí, sí, sí allí te tendré y te disfrutaré los lustros que a mi me plazca...


Hadamus, exprimidor convencido de las partes buenas de la vida, y triturador de las malas (que haberlas, haylas...)

lunes, 18 de enero de 2016

Dj de palabras....

Cuando el mármol se funde, me sale la vena DJ……

Yo no quiero un amor civilizado,
Con recibos y escena del sofá;
Yo no quiero que viajes al pasado
Y vuelvas del mercado
Con ganas de llorar.

Regálame tu risa
Enséñame a sonar
Con solo una caricia
Me pierdo en este mar

No me digas volvamos a empezar;
Yo no quiero ni libre ni ocupado,
Ni carne ni pecado,
Ni orgullo ni piedad.

Ella se hace fría y se hace eterna 
Ella se desliza y me atropella 
Y, aunque a veces no me importe, 
Sé que el día que la pierda volveré a sufrir 
Por ella, que aparece y que se esconde, 
Que se marcha y que se queda, 
Que es pregunta y es respuesta 
Que es mi oscuridad, estrella. 

Haces que mi cielo
Vuelva a tener ese azul
Pintas de colores
Mis mañanas solo tú
Navego entre las olas de tu voz

Pero, si mi boca se equivoca 
Y al llamarla nombro a otra 
A veces siente compasión por este loco, ciego y loco corazón 


Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren.

Hadamus, creo que una visita al médico no me iría mal......

domingo, 17 de enero de 2016

Es que eras tú....

Vale confieso: no me esperaba eso de ti.
Al ver tu mail, al observar tu frase, me quede de piedra, patidifuso, confuso…
El corazón de piedra que tengo, se convirtió en piedra picada, en arena triturada de cantera.
Se aceleró mi ritmo cardíaco, aumentó mi frecuencia respiratoria.
Es que eras tú, sí, sí, tú.
La keka de las idas y venidas.
La keka de los encuentros y desencuentros.
La keka del calor ecuatorial y del frio polar.
La keka de las risas y los llantos.
Es que eras tú, sí, sí, tú.
Yo, mármol de Carrara, allí donde los romanos buscaban su yacimiento, mármol sin vetas, de grano fino con aspecto arenoso, mármol que utilizó Miguel Angel en su Obras Maestras.
Yo, yo, el mármol….me deshice, me fundiste, me licué.
Solo, fue una frase tuya, solo fuiste tú, sólo eras tú.
Es que eras tú, sí, sí, tú,

Hadamus, mármol licuable (véase el libro de instrucciones)

viernes, 15 de enero de 2016

Ligas o conquistas...?

Ahora que gusta mucho decir eso de “todos somos iguales” o “todos somos especiales” o “nada es mejor que nada”, yo digo NO.

Siempre he creído que en la vida hay un listón, y que están los que pasan por debajo como en el limbo y los que pasan por encima haciendo un salto de altura.

En el amor, como en todo, hay primeras y segundas divisiones. Creo que nadie debería pasar de puntillas por el mundo cuando puede pisar fuerte. Allá cada uno. Y tú, ¿juegas en primera o en segunda? ¿Ligas o conquistas?

Ligar está bien, es divertido y lo divertido también es necesario, pero no deja de ser la marca blanca de conquistar.

Para ligar, basta con gastarse algo de dinero en Inditex, arreglarse el pelo, ponerse una buena colonia, no hacer mucho el idiota y entrar a mucha gente.

Hasta el más tonto liga un día. Todos tenemos una estadística y la de nadie –una vez que se ha estrenado– es cero. Por el contrario, para conquistar no valen las ropas. Un conquistador no se forma en el centro comercial, se forma teniendo una vida apasionante. Por mucho que quieras aparentar, por muchas camisas, cochazo, maquillaje o tacones, siempre hay un día en que la vida te pregunta ¿qué queda cuando te quitas el vestido?, ¿quién eres cuando te desnudas?.

La mayoría de relaciones nacen de ligar pero mueren por falta de conquista. Casi todas se rompen o no avanzan no porque se tuerzan, sino por desvelo y decepción. De nada sirve el deseo si no lo acompaña la fantasía que evocan las vidas fascinantes. De nada un brillante lazo si en el paquete no hay nada. A nadie le enamora el vacío.

Una de las principales razones por las que las relaciones fracasan es porque falta grandeza. ¿Cuánto tiempo dedicas a estar más guapo, tener mejor cuerpo o comprar más ropa? ¿Cuánto inviertes en crecer como persona?

Todo el mundo liga, pero no todos conquistan. “Para dar una vuelta, todas las bicicletas son buenas, pero hay días en los que recordamos los grandes paseos”, dice una amiga mía...

Ligar es juego; conquistar es arte. Ligar es pasatiempo; conquistar es que se quede cuando pasa el tiempo.
Pero conquistar no tiene que ver con la eternidad, sino con la memoria. No es que el Imperio caiga, es que hoy sepas quién es Julio César; no es que te quedes siempre, es que no te olvide nunca. Tampoco tiene que ver con la presencia (física), pues a veces, el peso de la presencia se mide mejor en la ausencia: conquista es cuando puedes decir “ella se fue, pero se quedó el perfume”, o “él se fue pero yo aún sonrío”. Es que, aunque ya no esté, seas una persona diferente porque no te cambió que se fuera, te cambió que hubiera estado.

A la mayoría le asustan los grandes retos y prefieren ser cabeza de ratón a cola de león. Es una opción optar por el atajo, pero si lo haces, no presumas, pues aunque puede que llegues antes, nunca traerás la mochila tan llena como quien hace el camino necesario. No es motivo de alarde liarte con alguien si luego te olvida. Puede ser divertido, y eso está bien, pero el orgullo debe guardarse para cosas superiores. Y el que realmente hace cosas superiores, no alardea, porque la gente superior no muestra con palabras lo que demuestra con actos.

Cuando no se aspira a la grandeza es porque algo hay apremiando: la mediocridad. Detrás de cada conducta hay siempre algo que la refuerza. Cuidado con lo que aplaudimos. Nuestra vida es tan grande como aquello que admiramos.

Me repugnan esos chicos que van diciendo “a esa me la tiré” (por ser finos) o sacan pecho para decir el ‘elevado’ número de chicas a las que “se han follado” (se me fue la ‘finería’), como quien cuenta títulos de liga. He dicho chicos y no hombres, no por edad, sino por madurez. Me decepcionan también esas chicas que miden su belleza en función de los chicos a los que besan o a los tropecientos que podrían besar, así como aquellas que se creen superiores por ser guapas.

Lo más curioso es que es entre esta clase de chicos y chicas donde se crea todo: chicos que van como monos detrás de chicas para tratarlas como números y chicas que alardean de ser monas en función del número de chicos que las ven… ¡como números!.

Y es que, cuando alguien no puede aspirar a la calidad se refugia en la cantidad. Están los que venden 10 unidades a 1 euro y los que venden 1 unidad a 10 euros. En el mundo de la cantidad, el que apuesta por lo excelente está siempre en minoría.

Por todo esto, a mí no me vengas con tu carita bonita de “me lío con quien quiera”, a mí dime algo que me cambie la forma de mirar la vida, ponme los ojos grandes y hazme sentir pequeño. Cuéntame tantas aventuras que sienta que me he perdido un millón de cosas. Dame ganas de comerme el mundo.
Dime que sabes lo que quieres y que “o eso, o nada”; que ni te vendes ni negocias tus sueños. Dime que tu estantería no está vacía y que tu libro favorito no es un best seller. Hazlo con tanta pasión que me lo compre mañana. Dime que cuando puedes viajas, y que viajar no es lo mismo que hacer turismo. Dime que descubriste que el secreto de la felicidad no está en tener, sino en ser, crecer, dar y amar con valentía. Y dime que te partieron el corazón y que aún así lo pondrías sobre la mesa si se presentara la ocasión.

Dime que con tus 20 o 30 años lo mejor de ti no es tu belleza. No quiero un rato más, quiero alucinar contigo. No quiero mirarte, quiero admirarte. No quiero olvidarte, quiero que me dejes un surco después de beberte, como el café. Y, aunque pueda que no pueda ser, aunque se acabe o aunque duela, quiero que el rato contigo merezca, si así fuera, una dulce pena.

Hadamus, yo no ligo....lo siento.

miércoles, 13 de enero de 2016

Cual es tu camino...?

Aunque sea demasiado poco original (por lo conocido del poema así como de su grandísimo autor), creo que leer, enfatizar e interiorizar este poema, puede ser una brújula perfecta para la vida.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

                             Antonio Machado.

Hadamus, posiblemente hoy he necesitado recordar mi brújula, para no autoperderme....

¿Te autoengañas?

¿Cuántas veces nos vemos compartiendo frases positivas en cualquiera de las redes sociales?.

Hoy en día tenemos muchos filósofos -sobre todo de internet- de corta, copia y pega. Supongo que todos tenemos el deseo de ser una influencia positiva en los demás, y son millones los que ponen geniales frases. Todo el mundo tiene consejos para los demás, pero a veces parece que no para uno mismo.

Hay quien dice que si pusiéramos en marcha tan sólo una de todas las frases que leemos, seguro nuestra vida mejoraría. Es tan sólo la prueba de que lo que importa no es lo que sabemos o decimos, sino lo que hacemos con lo que sabemos.

Muchas personas viven engañándose a sí mismas, a veces sin ser conscientes de ello, así que si eres una de las personas que después de leer esto se siente identificada, por favor, date mucho cariño y comprensión. El simple hecho de darte cuenta es el principio del camino hacia la honestidad.

Engañarse a uno mismo es negar emociones o sentimientos; engañarse es hacer ver que todo está bien cuando realmente no lo está. El autoengaño es uno de los mecanismos de defensa más utilizados y de los que menos conscientes somos.

Un ejemplo de ello podría ser el querer quedar bien con todo el mundo. Creemos que es necesario tener contento a todo nuestro entorno, por no saber decir “NO” cuando simplemente nos agotamos y, en realidad, nunca podemos contentar a todos porque siempre fallamos a alguien…

Otra forma de autoengaño es la incoherencia en la forma de vivir nuestra vida. Debemos observar si nos contradecimos, si el conflicto interno que tenemos es por vivir la vida de forma acelerada, por hacer demasiadas cosas a la vez, por los demás, por agotarnos en el intercambio emocional con nuestros seres queridos, o si trabajamos como si no hubiese un mañana.

A veces nos engañamos o nos convencemos de que el peso del mundo recae sobre nuestros hombros, y nos fustigamos en nombre de la “responsabilidad” pensando que así somos más responsables, mejores, más dignos o merecedores.

Descubre en estos días si te engañas o no, si te exiges demasiado, si ya has aprendido a ser honesto contigo, si te das tiempo para ti, si te respetas y te haces respetar, si haces ‘trampas’ con tus emociones,  o si por el contrario das lo mejor de ti al mundo.

La honestidad con uno mismo es el principio de todo cambio.

Hadamus, creo que no me autoengaño, pero solo lo creo.....

domingo, 10 de enero de 2016

Me gusta salir de paseo...

Me gusta salir por las noches, ahora que ha llegado el invierno, a pasear. El paseo debe ser como lo inventó Walser, sin un proposito definido y, por lo general, durante un período de tiempo vago. Paseamos por norma buscando encontrar algo dentro de nosotros mismos, cuando lo que propio sería dejar la mente en blanco y empaparnos de todas aquellas sensaciones, miradas, gestos y sonidos que vayamos encontrando. Yo suelo salir a pasear, como he dicho, por las noches. Antes lo hacía en compañía, logrando que la conversación de la otra persona nos nublara un poco los pensamientos del día, pero ahora lo hago sólo.

Intento llevar conmigo una carpeta con hojas, un rotulador negro, algunas canciones y el sombrero, por eso de que en el Norte siempre corre viento. Los días de lluvia aparentan ser mejores porque desnudan la ciudad y la dejan limpia, permitiendo que el ojo descubra lo que normalmente permanece oculto bajo capas de maquillaje/polución. Las ciudades, si se las quiere bien, terminan siendo más fieles que las personas, y siempre terminamos reconociendo nuestro amor por alguna. Alguna ciudad, quiero decir. (Persona también, supongo)

A pesar de mi insomnio, soy un gran aficionado a beber café por las noches. Por eso siempre que puedo me pierdo entre las mesas del Orient Express, una cafetería con aromas de tren rancio y viajes al fin del mundo, donde más cómodo me siento. El “compartimento” del fondo a la izquierda (por aquello de que la lámpara también quede a la izquierda) (manías de uno) tiene ya mi forma hecha en el banco. Algún día deberían acordarse de que yo solía parar por allí, aunque sea abaratándome el precio del café-con bola de helado o sirviéndome ración doble de chocolatina. Una vez acomodado, abro la carpeta con folios que encontré en la basura, puede que de algún arquitecto, y me dispongo a trabajar. Escribir es un trabajo como otro cualquiera, aunque no siempre deje dinero.

En este momento, surge un problema. Recuerdos. La persona que ocupaba el otro hueco y que ahora no está. O no quiere estar. O que está tan lejos que no puede estar. La alarma de la melancolía salta y es tiempo de pagar y salir huyendo, hasta la próxima.

Para cruzar la calle, es necesario saltar algunos charcos haciendo uso del arte de los trapecistas rusos, que en ningún momento me ha enseñado nadie. Me mojo y seguiré mojado durante los dos o tres resfriados que me dura el invierno. Al torcer la esquina, abro los pulmones para que una bocanada de vida me llene hasta los poros: “TANATORIO”, reza el luminoso junto a jarrones de flores y rótulos con la orden del día. Según me de, hay días que me confundo con semblante serio entre la gente dando el pésame a unos y otros, ya que siempre hay que mantener las formas....

Hadamus, un paseador nocturno sin alevosía...

Feliz año!

Este año que empieza, por fin, no tengo ningún propósito nuevo. Soy realista. No cumpliré lo que no he hecho en todo el año pasado. Es más, aún tengo por realizar los deseos de 2013/2014/2015, que quedaron colgando.

Espero escribir más, eso sí, dejar la introspección de mi diario para ejercitarme en las calles. Al fin y al cabo,  como dice mi amigo Andrés: “este año ha sido un año, que no es poco”.

Feliz año 2016… bueno, y 2015 también.