Hoy he dedicado unos interesantes
minutos a sentir (digo sentir, porque he sentido más que escuchado), una Obra
Maestra de la música.
Dicha música, penetraba por mis oídos,
me hacía sentir escalofríos, he volado.
Durante unos minutos, el espacio/tiempo
se ha parado. El mundo ha dejado de rotar alrededor de sol. Las notas, el
tempo, la melodía, la pasión del autor, me ha hecho perder toda noción.
Sin querer, mientras cerraba los
ojos, he notado algo húmedo en mis parpados. Al abrirlos, algo se empezaba a
deslizar por mi mejilla. Era húmedo, me hacía cosquillas al desplazarse.
En
unos segundos, culminaba su fugaz recorrido en la comisura de mis labios. Lo he
saboreado, era algo con matices salados. Era una lagrima, si, si, una lagrima.
He llorado, lo reconozco, pero
aunque posiblemente era una lagrima de pena, he sentido placer, me he sentido
bien.
Por cierto, sé que tú también
lloras….
Hadamus, algunas veces, al
parecer, sudo por los ojos…..
No hay comentarios:
Publicar un comentario