jueves, 21 de mayo de 2015

Elecciones en kekolandia...?

Es periodo electoral. En toda España,  sus “estimados” políticos  salen a la “rue” con el noble objetivo de mostrar al populacho, sus bondades personales,  su humildad, su honradez, su preocupación por los problemas de los ciudadanos, y un montón más de soeces mentiras. En resumen, hipocresía en estado puro. 

Prometen el cielo si se les vota, viviendo ellos mismos permanentemente en el infierno. Que paradojas te la vida, la vida te da paradojas….la la,la laaa…

Los sociólogos, mantienen la tesis que la clase política de un país, no es más ni menos que un fiel reflejo de su sociedad, de sus valores, de su cultura, de su “saboir faire”….(ya he puesto dos expresiones hoy en francés, prometo no poner más. En que estaré pensando hoy…).

Y……en esta mente tan alocada (la mía), me surge una reflexión absurda (como las mayorías de mis reflexiones), y me pregunto…:

¿Cómo serían los políticos en Kekolandia?
¿Cómo pedirían el voto a las kekas y kekos?
¿Qué valores, actitudes, cualidades decantarían a un keko/a para votar a uno u otro?

Analicemos los valores y las actitudes de Kekolandia. Es posible que  ilumine la senda que nos lleve a descubrir que valoran los ciudadanos y ciudadanas de kekolandia.

Y….me vuelvo a autointerrogar……:

¿Qué comportamiento es el más valorado en kekolandia?
¿Qué “habilidad” es la más valorada?
¿Qué actitud es la deseada?

Bien…..vamos con las respuestas….(post reflexión).

VALORES
1- Tener un keko/a guapo/a.
2- Vestir lo más sensual posible o lo más “chico malo o chica mala”
3- Decir muchas veces por minuto guapa/o.
4- Saber darle bien a los botones para bailar bien (ser rápido en los cambios y parecer un baile diferente).
5- En el caso de los Kekos, decir lo machotes que son.
6- En el caso de las kekas, todas son de la realeza (princesas y reinas).
7- Utilizar la palabra “eres mi amigo/a”, sin sentirlo como mínimo dos veces por sesión.
8- Tatuarse el cuerpo al menos dos veces al mes.
9- Decir (escribir) cuando se practica sexo, como mínimo por coito 25 veces, mmmmm, siiiii, ahhhh.
10- Una vez a la semana (mínimo) bailar con un desconocido/a.
11- Si alguien te dice lo que piensa, y es diferente a guapa/o, es un estúpido/a versus estirado/a.
12- Buscarse novio/a, pero no parar de coquetear con el resto conciudadanos.
13- Atar a una cruz y hablar de BDSM, como mínimo 1 vez al mes sin saber de qué se está hablando.
14- Ir a tomar el sol a la playa, sin sol y sin playa, para relajarse.
15- Coger un palito de luz y agitarlo como un loco/a.

En consecuencia, como sería el político más votado en kekolandia?
El más guapo?
El más machote?
El que más tattoos tenga?
El que practique mejor el sexo (más mmmmm por minuto)?
El que sea capaz de decir más “piropos” por minuto?
Otros….?

He tenido que parar la reflexión. Me estaba mareando….
Pero, cuál de los dos mundo es más hipócrita????
Uffff, no lo sé….

Hadamus (un keko sin norte….)

lunes, 18 de mayo de 2015

Cuanto vale tu hora de trabajo....?

- “Papi , ¿Cuánto ganas por hora?”- Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía así a su padre al término de su jornada laboral.

- El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - “Mira hijo, tengo que trabajar muchas horas para ganar dinerito, comprarnos un coche nuevo, irnos de vacaciones, comprarnos ropa nueva, etc. No me molestes que estoy cansado!”.

-“Pero Papi”, - insistía – “dime por favor ¿Cuánto ganas por hora?”.

La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó – “doce euros por hora”.

-“Papi, ¿Me podrías prestar seis euros?” - Preguntó el pequeño.

El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al niño le dijo:

-“Así que, esa era la razón para saber lo que gano. Vete a dormir y no me molestes más, niño caprichoso!”.

Había caído la noche. El padre  reflexionado sobre lo sucedido, en su interior brotaban sentimientos de culpabilidad. Tal vez su hijo quería comprar algo. En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al dormitorio de su hijo. Con voz baja preguntó al pequeño:

-“¿Duermes, hijo?”-pregunto el padre.

-“ Dime, Papi,” - respondió entre sueños.

-“Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes el dinero que me pediste,” - respondió el padre.

-“Gracias! Papi!” - contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo de la almohada, sacó unas monedas.

-“Papi, he roto mi hucha, tengo 6 euros, más los 6 tuyos, ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo y jugar conmigo...?” - preguntó el niño.


Moraleja (personal):

Aplícalo con tus hijos, con tu pareja, con tus familiares, con amigos e incluso contigo mismo/a. Espero que no tengas que vender una hora para poder estar contigo, la gente a la que le importas e incluso que tengas que venderte a ti mismo para que estés por ti!. Tu  vida, no valdría ni la hora que te están pagando. Estarías muerto/a. Tu veras lo que haces, pero minuto que pierdas, minuto que no podrás comprar nunca más, aunque seas millorario/a.

Hadamus (tengo miles de horas gratis para la gente que me interesa).

viernes, 15 de mayo de 2015

Las 4 mujeres del Rey.

Había una vez un rey que tenía cuatro esposas.

Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás, la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más exquisitas disponibles. 

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente, siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir en tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal. Había hecho grandes contribuciones para mantener la riqueza y el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa, y aunque ella le amaba profundamente, apenas  el rey se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermo, dándose cuenta que le quedaba poco tiempo en la vida terrenal. Reflexionó sobre su vida de lujo y…:

“…ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo".

Así que le pregunto a su cuarta esposa: 

"…te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?", 
 "…ni pensarlo!", contesto la cuarta esposa, alejándose sin mediar más palabras.
Su respuesta penetro en su corazón como un cuchillo filoso.

El entristecido monarca le pregunto a su tercera esposa:

 "…te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?",
"…no, la vida es demasiado buena. Cuándo mueras, pienso volverme a casar!", contesto su tercera esposa. 
El corazón del rey, experimento una fuerte sacudida y un escalofrió sucumbió su cuerpo.

Entonces preguntó a su segunda esposa:

 "…siempre he tenido tu  ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?".
“ lo siento, no puedo ayudarte esta vez. Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte!", contesto la segunda esposa.
Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devasto al rey.

Entonces escuchó una voz el rey:

 "…me iré contigo y te seguiré donde quiera que tu vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía delgaducha y sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo:

“…debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!".

En realidad, todos tenemos cuatro esposas/esposos en nuestras vidas.

Moraleja:

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa el tiempo ni el esfuerzo que invertimos en hacerlo lucir bien, nos dejara cuando muramos.

Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuánto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañara donde quiera que vayamos.

Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora!.

Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo. 

Déjala brillar!


Hadamus, un keko intentando cuidar su primera esposa.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Kekolandía..

En un lugar del ciber-espacio, de cuyo nombre no quiero acordarme, se encontraba Kekolandia.

Era una villa perfecta, poblada de hermosas damas y gallardos caballeros. Su gentilicio era el de keka para el sexo femenino y keko para el masculino. La belleza exterior de los mismos, era grandilocuente. No existía mal nacido que por el acto de nacer, no estuviera de buen ver.

Como en épocas de antaño, el arte de danzar (modernamente llamado bailar) era la base del cortejo. Se danzaba en las plazas, las calles, en  los aposentos especializados para ello (modernamente llamados clubs), e incluso en las haciendas particulares.

Como derecho de alumbramiento, los moradores de kekolandia (las Kekas y los Kekos), no solo nacían con una descomunal belleza, sino poseyendo también al unísono un don divino para danzar, rozando la perfección, acto incansable al realizar  y genérico en la población.

Era un pueblo con saludo particular y otras reglas del amar. Tan conscientes eran de su situación, que al encontrarse las kekas saludaban con el mote “ guapo!!” y los kekos con “ guapa!!”. 

En los artes del copular, otras normas curiosas eran de aplicar. Todas y todos, ellas y ellos, fornicaban  exactamente con el mismo talante (modernamente llamado posturas).

Era un gozo contemplar, las kekas y kekos danzar, a lo idéntico que fornicar. Belleza en movimiento, detrás de cada avatar.

Nacían y morían con la misma edad, pues en los veinte y poco, estaba la equidad.

Disponían un lenguaje propio, fruto del mejunje enrte una lengua proveniente del latín y un lenguaje de signos. Palabras como “=O”, “zaby”, “ray”, “jajaja”, en ninguna otra civilización, se han visto usar.

Nadie era hipócrita, pues todo el mundo decía la verdad, y no había keko feo al que poder amar.

La gente era buena, buena de verdad, pues en cualquier esquina sellaba su amistad (add).

Hay kekolandia de mis amores, país de divas, machotes y otros pobladores.

Hay kekolandia de mis amores, si no existieras que dura sería la verdad, pues a muchas y muchos, solo les quedaría la realidad…

Hadamus (un keko, poco keko).

lunes, 11 de mayo de 2015

Era solo una idea...

Se encontraban los tres en actitudes pensativas y de pronto, como impulsado por un resorte, el más pequeño de los tres se levantó y comenzó a decir apresuradamente: ¡Lo tengo! Hagamos que los jóvenes conozcan la esclavitud de la rutina para que persigan las satisfacciones inmediatas como premio a la domesticidad; establezcámosles programas que les marquen un término en vez de ideales que les señalen el camino para que la meta tenga más importancia que el rumbo y que necesiten saber hasta dónde van y no hacia donde. 

Podemos hacer que ahora sea preferible un indeciso que no se equivoca nunca a un entusiasta expuesto a equivocarse (pues el segundo podría acertar y el primero jamás) e inculquémosles las tendencias egoístas que empiecen en la prudencia y acaben en la cobardía y que sean escépticos para que se formen subordinados que mendiguen favores a sus superiores, habladores que hilvanen palabras sin ideas, personas sin voluntad que juzguen la vida sin vivirla y todo tipo de personas negativas que pongan piedras en todos los caminos para evitar que anden otros los que ellos no pueden andar.

Se detuvo un momento para tomar aire, levantar la mano hacia adelante y perder la mirada en el infinito como tratando de ver lo que estaba diciendo y prosiguió: …hagamos al hombre incapaz de acción para que sea una sombra que se escurra en el anonimato, agitándose sin pensar lo que hace o reflexionando sin ejecutar lo que concibe, que si llegan a pensar en un ideal, se detengan ante la incomprensión de los demás para nunca digan “hago” y prefieran decir “haré”.

Que sean holgazanes que no emprendan nada y pretendan justificarse desacreditando las empresas ajenas y, que si algo comienzan, nunca lleguen al término de su obra “obligados por las circunstancias”.

Que ahora los jóvenes se resignen a recorrer caminos habituales para que envejezcan prematuramente y se vuelvan esclavos de la costumbre, sombras de voluntades ajenas, hojas que arrastren todos los vientos, piezas mecánicas de un engranaje cuyo motor desconozcan. 

Además que se pierda la libre iniciativa para que desaparezca en las personas el carácter. 

Hay que fomentar a los quietistas que aconsejen dejar a otros la peligrosa función de innovar, reservándose el pacífico aprovechamiento de los resultados y a los que obedecen, pues éstos no se equivocan nunca quedando el error a cargo del que manda y que los jóvenes se conviertan en instrumento pasivo de quien los maneja, sin opinión, sin criterio, sin iniciativa.

Poblemos al mundo de jóvenes domesticados que gasten su vida en recorrer las sendas trilladas del pensamiento y de la acción, imagínenselo, y si empezamos con los jóvenes en pocos años el mundo…

Se detuvo tan sorpresivamente como había empezado...

Los dos más altos se miraban uno al otro con un gesto de desconcierto dibujado en sus rostros. 

Entonces Dios se volvió lentamente hacia su ayudante más pequeño y lanzándole una mirada fulminante dijo: ¿Y qué crees que hemos estado haciendo todo este tiempo idiota?

domingo, 10 de mayo de 2015

Don Quijote de la Mancha!

Sé que posiblemente no es el lugar adecuado para hablar de don Quijote de la Mancha, aquel aventuro e ingenioso hidalgo, o sí, no lo sé. Pero como siempre, me da igual si toca o no toca, si procede o no, si gusta o disgusta, si suena o si ensordece. Me apetece, sin más....y sin menos...

Hoy, si, si, hoy..., quiero poner un fragmento de don Quijote de la Mancha. El fragmento son los consejos de don Quijote a Sancho Panza antes que fuese a gobernar  ínsula, con otras cosas bien consideradas.....

Por cierto, para mi, excelentes consejos (filosofía de vida) y fastinante léxico. 

Que opinas?? empezamos....


Primeramente, ¡oh hijo!, has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada.

Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.

Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque, viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. 

Innumerables son aquellos que, de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.

Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen [de] príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.

Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico.

Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre.

Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.

Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.

Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso.

No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda.

Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.

Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.

Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.

Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos. 

Esto que hasta aquí te he dicho son documentos que han de adornar tu alma; escucha ahora los que han de servir para adorno del cuerpo.
–En lo que toca a cómo has de gobernar tu persona y casa, Sancho, lo primero que te encargo es que seas limpio, y que te cortes las uñas, sin dejarlas crecer, como algunos hacen, a quien su ignorancia les ha dado a entender que las uñas largas les hermosean las manos, como si aquel excremento y añadidura que se dejan de cortar fuese uña, siendo antes garras de cernícalo lagartijero: puerco y extraordinario abuso.

No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmazalado, si ya la descompostura y flojedad no cae debajo de socarronería, como se juzgó en la de Julio César.

Anda despacio; habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo, que toda afectación es mala.

Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.

Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra.

Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie.

Sea moderado tu sueño, que el que no madruga con el sol, no goza del día; y advierte, ¡oh Sancho!, que la diligencia es madre de la buena ventura, y la pereza, su contraria, jamás llegó al término que pide un buen deseo.

Este último consejo que ahora darte quiero, puesto que no sirva para adorno del cuerpo, quiero que le lleves muy en la memoria, que creo que no te será de menos provecho que los que hasta aquí te he dado; y es que jamás te pongas a disputar de linajes, a lo menos, comparándolos entre sí, pues, por fuerza, en los que se comparan uno ha de ser el mejor, y del que abatieres serás aborrecido, y del que levantares en ninguna manera premiado.

Increible!!! ufffff. Hadamus (buscador de molinos de vientos).

Camina corazón...

No soy un chico especialmente romántico. No soy de amores ni desamores, pero hoy, me apetece, me sale, esto. Una conversación íntima entre nuestra cabeza y nuestro corazón.

Puedo escribir de amor, sin ser romántico. Puedo escribir de asesinatos, sin ser un asesino.

Diálogo entre una cabeza y un corazón....:



Calla corazón, no le implores más. Sí, se que le amas de verdad, que lo haces como nadie lo hará.

Calla corazón, no ves que no te quiere, que no te busca, que no te anhela. Sí, se que lo entregaste todo. Que no es justo!!? Lo sé!!

Llora corazón, deja que con cada lágrima desaparezca tu sufrir.

Anda corazón, no descuides tus heridas, no las dejes infectar. Si se ensucian de odio, jamás sanarán.

Recoge corazón, TODOS tus recuerdos, los buenos te darán fe en el mañana,
los no tan buenos te enseñaran.

Sonríe corazón, que tu luz iluminará cada vida que  toques.

Y por último...

Camina corazón, camina todo lo que puedas, mira al cielo, siente el viento y en cada paso recargate de amor, que de amar tanto, nadie se muere, mas en vida  mueren, los que nunca supieron amar.

Mi globo de ilusiones...

Encontré un globo, tenía tu nombre, mientras caminaba se iba llenando de ilusiones, me elevaba por el aire, cada vez mis pies más lejos del suelo, podía ver el horizonte y más allá de él.

Disfruté de la vista, siempre había algo nuevo que admirar, sentí las mejores caricias del viento, juguetee con las nubes, saludé de cerca las estrellas, la luna se hizo mi amiga. 

Pero este viaje no podía ser para siempre, era un simple globo, un globo de ilusiones, pero un globo al fin.

Fui perdiendo vuelo, altura, vista, aire y más rápido de lo que subí, caí al suelo. Me dolió y lloré. Pero continué caminando.

En el camino, vi un molinillo de viento, por un momento, pareció una buena idea, gira al ritmo de mi aliento y se detiene a mi antojo, es entretenido, seguro, aunque no me eleva por los aires, no me hace soñar, y es que es un molinillo que nunca será globo.

Tal vez un día de estos, me animo, busco otro globo y sin miedo a caer, podré volar otra vez...

jueves, 7 de mayo de 2015

Juan y la soledad

Juan amaba la soledad. 

Se refugiaba en ella para encontrar lo que llamaba “el paraíso perdido”. 

Alguna vez había compartido la vida con una mujer, pero ahora estaba solo y lo disfrutaba.

Amaba leer los clásicos, escuchar música, escribir cuentos en la computadora portátil y soñar.

Odiaba que invadieran su intimidad e interrumpieran sus fantasías, pero secretamente esperaba que la oportunidad golpeara a la puerta. 

De repente escuchó un golpe, dos, tres… ¿Sería la oportunidad?.

Se levantó de un salto y abrió. 

Era Alicia, la vecina, quien, mientras le extendía una taza, le dijo: “¿Me prestás un poco de azúcar?”.

martes, 5 de mayo de 2015

Se es libre...o se es esclavo

Se es libre cuando no se es dominado. 

Se es libre cuando se pueden pronunciar las palabras, no deseadas por el público, sino por el locutor.

Se es libre cuando las ideas fluyen y muestran la naturaleza del pensador, sin tener que sortear obstáculo alguno, porque eso es estar en libertad, demostrar su esencia de la manera más simple y directa, tal como es.

Se es libre cuando se toman decisiones por el propio placer de tomarlas y no por la necesidad, y en el caso de ser por necesidad, esta última proviene de uno mismo y no se ve extraña a los ojos. 

Se es libre, sobre todo lo demás, en todo momento, cuando se pierde uno en la imaginación y nadie puede intervenir, cuando el que se cree dueño del perdido, en realidad es solo espectador.

Se es libre cuando la fe es propia y no está atada a las creencias de otros, cuando se cree en uno y no en lo que los otros desean creer. 

Se es libre cuando se es uno.

Se es esclavo cuando la fuerza propia es utilizada por un alma ajena al cuerpo, cuando se decide en un altar el destino de la integridad física de un ser.

Se es esclavo cuando se lucha representando una bandera que no tiene el escudo propio estampado, porque esa lucha es en vano para el soldado y beneficiosa para el general. 

Se es esclavo cuando se está atado a las razones de otro, cuando se actúa, no por derecho pero por obligación. 

Se es esclavo cuando el pasado atormenta y no deja soñar con un futuro, cuando el presente está determinado por algo que fue, en su momento, el presente de otro. 

Se es esclavo cuando las guerras ajenas no dejan madurar y crecer, cuando no se puede escapar de la rutina establecida por la de otros, porque ser esclavo en la vida, obliga a ser esclavo en la muerte.

Fabrica de fantasmas

Sonaron las campanas de la hora cero y en la fábrica comenzó la febril actividad.

En un sector, los operarios cortaban las sábanas según el molde diseñado por el Departamento de Ingeniería Fantasmal. 

En el área adjunta, las costureras daban forma a las siluetas mientras unos pequeños gnomos con manos de alicate perforaban los ojos y la boca.

Sobre la cremallera corrediza se apilaban los proyectos de fantasma que pasaban al Departamento de Planchado. Allí, prolijamente colgados en perchas de algodón, esperaban el toque final: debían tener un alma. 

Cada noche se repetía el ritual iniciático de las miles de telas de lino blanco que se suspendían en el aire para asustar a niños y desprevenidos.

Pero esa madrugada, todo cambió. El capataz dio la orden y paró la producción. Todos se inmovilizaron al son de la sirena que hirió los oídos. La cadena productiva se detuvo por completo. El pequeño fantasma salió de la fila y se alejó avergonzado arrastrando su sábana celeste.


Hadamus (posiblemente un chico poco cuerdo, pero solo posible).

Tras el vidrio.

Solo, de soledad absoluta, como absorbiendo los silencios, estoy esta mañana tras el vidrio de una ventana acerrojada. 

Miro sin ver un paisaje que languidece a la distancia. 

Árboles de pie porque no saben morir de otra manera; caminos rectos que se vuelven sinuosos al vapor de mi respiración; cielo lleno de tormentas que no se dejan ver. 

El frío de la habitación me invade por dentro y me recorre por fuera. Es un frío intenso, despiadado, descarnado de toda encarnadura, inhumano como todo frío que se regodea de sí. 

Busco un trazo de calor y no lo encuentro. 

Busco una mirada compasiva y sólo hay ojos cerrados. 

Cierro los míos y el día se diluye en una melodía opaca que me ciega. 

No sé si es el principio del fin o solamente el fin.


Hadamus (posiblemente un chico poco cuerdo, pero solo posible).

Crear lazos.

Fue entonces que apareció el zorro:

- Buen día - dijo el zorro.

- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.

- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...

- Quién eres ? – dijo el principito. – Eres muy bonito...

- Soy un zorro – dijo el zorro.

- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...

- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.

- Ah! perdón – dijo el principito.

Pero, después de reflexionar, agregó:

- Qué significa "domesticar" ?

- No eres de aquí – dijo el zorro –, qué buscas ?

- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?

- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?

- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?

- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."

- Crear lazos ?

- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...

- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...

- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...

- Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.

El zorro pareció muy intrigado:

- En otro planeta ?

- Sí.

- Hay cazadores en aquel planeta ?

- No.

- Eso es interesante ! Y gallinas ?

- No.

- Nada es perfecto – suspiró el zorro.

Pero el zorro volvió a su idea:

- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...

El zorro se calló y miró largamente al principito:

- Por favor... domestícame ! – dijo.

- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !

- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.

- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

Al día siguiente el principito regresó.

- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.

- Qué es un rito ? – dijo el principito.

- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:

- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.

- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.

- Claro – dijo el zorro.

- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.

- Claro – dijo el zorro.

- Entonces no ganas nada !

- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.

Luego agregó:

- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.

El principito fue a ver nuevamente a las rosas:

- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.

Y las rosas estaban muy incómodas.

- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.

Y volvió con el zorro:

- Adiós – dijo...

- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.

- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.

- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.

- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...

- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.


Hadamus (posiblemente un chico poco cuerdo, pero solo posible).

Hoy voy a contar un secreto...

Hoy, voy a contar un secreto...

Solo se lo he explicado a pocas personas en mi vida. Todas, de u otra forma especiales para mí.

Hoy, lo gritare al viento!!!. Hoy fluirá con el aire. Hoy lo liberaré…

Aunque parezca mentira, no miento o soy consciente de ello...

Soy la única persona que reside permanentemente en la Luna, sí, sí, has leído bien en la Luna.

En la Luna, tengo un banquito, pequeñito, de color blanco. Allí, me paso las horas contemplando la tierra, observando, observándote.

En mi banquito, pequeñito, de color blanco, en la Luna, sí, sí, en la Luna…, el único ruido que se escucha es el silencio.

¿Has oído, has escuchado y sobretodo, has sentido el silencio alguna vez??

Os explicare, te explicare, como es el silencio en la Luna. Se oye, se escucha y sobretodo se siente.

¿Te han susurrado alguna vez palabras bonitas, palabras sensuales, palabras queridas, palabras eróticas, al oído…..? Ufff….

¿Recuerdas esa sensación que emanó en ti, sin control, fruto de ese susurro?

¿Recuerdas los escalofríos?

¿Recuerdas la sensación que te provoco y creo esos susurros, esos escalofríos?

Estoy seguro, que era de un placer tan intenso que incluso te costó de soportar, te costó mantenerte inmóvil.

No sé, si alguna vez lo has reflexionado. Susurramos de placer y susurramos de dolor. Jadeamos de placer y jadeamos en el lecho de la muerte como últimas palabras antes de morir. Así, sois los humanos, así eres tú.

Ya lo sabéis, ya lo sabes. Este es el ruido del silencio en la Luna, sí, sí, la Luna, mi Luna. Es como se oye, es como se escucha, pero sobretodo…. es como se siente.

En mi banquito, pequeñito, de color blanco, escucho el silencio, siento el silencio y os observo, te observo.



Hadamus (posiblemente un chico poco cuerdo, pero solo posible).